En Madrid
Suaviza las arrugas de la frente sin perder tu naturalidad gracias al tratamiento con toxina botulínica del Dr.García-Pumarino
Planificación del tratamiento de
arrugas de la frente con toxina botulínica
Las arrugas frontales indican admiración, atención, espanto, susto, sorpresa o asombro. Se forman por la contracción del músculo frontal. El músculo frontal se origina en la galea aponeurótica y se inserta en la piel de ambas cejas. El par de músculos frontales forma una V que eleva las cejas y desplaza en cuero cabelludo hacia abajo, creando las arrugas transversales de la frente.
Es importante conocer la localización y vector de acción del músculo frontal para conseguir resultados naturales y expresivos mediante el tratamiento de las arrugas de la frente con bótox.
Una sobredosificación del bótox podría producir una caída de la ceja o que la ceja adquiera una forma de V invertida llamada “ceja de diablo” o de “Mr. Spock”. Este tipo de ceja imprime un aspecto de maldad en el rostro.
Cuando se planifica el tratamiento contra las arrugas de la frente con toxina botulínica se ha de trazar un patrón reticular sobre los vientres de ambos músculos frontales, no tratando la porción más externa del músculo para potenciar la elevación de la cola de la ceja (sobre todo si simultáneamente tratamos las patas de gallo).
La aplicación de la toxina botulínica contra las arrugas de la frente suavizará las líneas de expresión producidas por la acción del músculo frontal, relajando la expresión sin llegar a perderla. La infiltración de bótox en el vientre del músculo frontal debilitará la elevación de la ceja, sin embargo, resultará interesante preservar la acción del tercio externo del vientre muscular para favorecer un ligero ascenso de la cola de la ceja. Se conseguirá de este modo rejuvenecer la ceja, consiguiendo un resultado estético y natural.
Eliminación de arrugas de la frente con toxina botulínica:
post-intervención y resultados
Tras la inyección de toxina botulínica en la frente, el efecto del tratamiento durará 6 meses. El efecto del bótox en la frente no será evidente hasta pasados unos 2 o 3 días, que es el tiempo requerido para que la toxina llegue a las placas motoras del músculo frontal. El efecto máximo de parálisis muscular se observará entre la primera y la segunda semana.
La inyección de bótox para la eliminación de las arrugas de la frente es un procedimiento que ha de ser realizado por personal médico debidamente cualificado, en una consulta médica que cumpla todas las especificaciones que exigen las autoridades sanitarias.
Es un procedimiento médico seguro cuando se utilizan materiales de calidad y lo realiza un equipo médico experimentado. Consigue altos índices de satisfacción en aquellos pacientes que mantienen unas expectativas realistas.
El tratamiento contra las arrugas de la frente mediante toxina botulínica se podrá combinar con otros tratamientos de rejuvenecimiento facial como la blefaroplastia o los rellenos faciales para complementar el resultado.
Todo procedimiento de medicina estética exige una planificación meticulosa y personalizada, priorizando tus gustos y preferencias para alcanzar tu completa satisfacción.