¿Qué son y por qué aparecen
las patas de gallo con la edad?

Las patas de gallo son aquellas antiestéticas arruguitas que surgen a los lados de los ojos en aquellas personas que se ríen mucho o que fuerzan la vista por problemas de visión. Son debidas a la acción exagerada del componente externo de los músculos orbiculares del ojo o de los párpados.

El músculo orbicular del ojo o de los párpados es delgado y aplanado que adquiere una forma de anillo. Permite la oclusión de los párpados para permitir la protección del globo ocular. Es el responsable del cierre del ojo en los movimientos de parpadeo.

Al reírnos o al forzar la vista, se contrae especialmente la porción externa del musculo orbicular. La hendidura palpebral se cierra parcialmente, la forma del ojo se achina y se marcan las líneas de expresión en la fina piel del lateral del ojo.

Además, la acción del músculo orbicular resulta ser antagonista del músculo frontal, produciendo un descenso de la porción externa de la ceja o cola de la ceja. El descenso de la ceja es un signo inequívoco de envejecimiento facial, puesto que en la juventud la cola ceja tiene una forma recta en el hombre o ligeramente ascedente en la mujer.

Tratamiento de patas de gallo con toxina botulínica:
suaviza la expresión de tus ojos sin perder la naturalidad de tu mirada

La aplicación de toxina botulínica en las patas de gallo eliminará las arrugas de expresión producidas por la acción del músculo orbicular del ojo, suavizando la expresión sin llegar a perderla. La infiltración de bótox en la porción superior externa del músculo orbicular del ojo relajará la tracción descendente de la cola de la ceja. Se conseguirá de este modo una ligera elevación de la cola de la ceja que rejuvenecerá la ceja. El resultado será natural.

Tras la inyección de toxina botulínica en las patas de gallo, el efecto del tratamiento durará 6 meses. El efecto del bótox en las patas de gallo no será evidente hasta pasados unos 2 o 3 días, que es el tiempo requerido para que la toxina llegue a las placas motoras del músculo orbicular del ojo.

El efecto máximo de parálisis muscular se observará entre la primera y la segunda semana.

La inyección de toxina botulínica para la eliminación de las arrugas de las patas de gallo es un procedimiento que ha de ser realizado por personal médico debidamente cualificado, en una consulta médica que cumpla todas las especificaciones que exigen las autoridades sanitarias.

Es un procedimiento médico seguro cuando se utilizan materiales de calidad y lo realiza un equipo médico experimentado. Consigue altos índices de satisfacción en aquellos pacientes que mantienen unas expectativas realistas.

El tratamiento contra las arrugas de las patas de gallo mediante toxina botulínica se podrá combinar con otros tratamientos de rejuvenecimiento facial como la blefaroplastia o los rellenos faciales para complementar el resultado.

Todo procedimiento de medicina estética exige una planificación meticulosa y personalizada, priorizando tus gustos y preferencias para alcanzar tu completa satisfacción.